80 años de aventura
Los Grandes Condores
Eduardo Serrato Morales
Eduardo Serrato Morales es originario de la Ciudad de México, pero vivió la mayor parte de su vida adulta en Monterrey. Los días 13 y 14 de febrero de 1943 asistió en calidad de Invitado a la Excursión Oficial N° 24 a Las Huertas junto con otros 13 participantes, entre ellos Ernesto García, Jesús Martínez Carmona, Jesús Montenegro, Amado y Rogelio Rodríguez Álvarez y Salvador Valadez. A partir de ahí Serrato ingresó al Cóndor.
Eduardo tenía un carácter muy afable y se relacionaba fácilmente con todos. Profesaba un gran cariño al Cóndor.
En una ocasión el Cóndor atravesaba por una crisis económica cuya naturaleza desconocemos, pero sabemos que Serrato aportó de su bolsillo para librar esa situación. En retribución el Cóndor dio a Serrato el nombramiento de Socio Honorario vitalicio, exento del pago de cuotas.
En una temporada Eduardo Serrato fue a trabajar a la ciudad de Saltillo. Entonces solicitó autorización para formar ahí la Sección Saltillo del Club Explorador Cóndor, y le fue concedida. Ahi diseñó un vistoso banderín que vemos en varias fotos de su colección, para la Sección Saltillo, y al regresar a trabajar en Monterrey obsequió este banderín al Cóndor. Todavía lo conservamos.
En la colección fotográfica de Serrato hay fotos de su bautizo en el Iztaccíhuatl en 1952, y nuevamente en el Iztaccíhuatl en el glaciar de Ayoloco en 1953, con excursionistas amigos suyos de la Ciudad de México.
Eduardo Serrato llevó al Cóndor a su hija Lupita Serrato Novoa y a su sobrino Agustín Loreto Novoa, ambos excelentes excursionistas.
Recuerdo que, en los años 60, en algunas ocasiones Serrato y su esposa Doña Rosita acudían los domingos en la tarde a nuestro lugar de excursión para traer a Lupita y a Agustín de regreso a Monterrey (el regreso en autobús los domingos en la tarde era problemático, algunos autobuses venían llenos y no se paraban a recoger más pasaje). En esas ocasiones Eduardo nos invitaba a todos a subirnos también a su carro. Parecía el carro de la *Familia Burrón, con muchas caras asomándose por todas las ventanas. (* Familia Burron: Programa de televisión cómico en los años 70s)
Excelentes anfitriones, Eduardo y su esposa solían invitarnos a todos a su casa a la cena de Navidad o de Año nuevo, a saborear los deliciosos tamales que preparaba Doña Rosita.
Eduardo fue un gran amigo y compañero.
Siempre lo recordaremos con afecto.